POEMA X- SIN TI LA VIDA NO TIENE SENTIDO. AKASHA VALENTINE.

POEMA X- SIN TI LA VIDA NO TIENE SENTIDO. AKASHA VALENTINE.

Quédate tranquilo, aunque la distancia entre nosotros hayacrecido hasta el punto de convertirse en un gran abismo sigo estandoa tu lado para cualquier cosa que necesites. Me gusta saber que puedoseguir caminando de forma tranquila a tu lado, sin necesidad de crearfalsas excusas para poder entablar una conversación con tu persona.Pero no me pidas, amor mío, que comprenda el hecho de no sentirmeamenazado cada que vez que tus labios surcan otra boca que no es lamía y regalan besos a otras personas que no anhelan tenerlos en sucorazón como sueño yo con hacerlo cada día de mi vida. Cada vezque te veo en brazos de otras personas siento que muero con cadaimagen que queda grabada a fuego en mi pecho, así que no quiero queme culpes cuando descubras que mi desesperación me llevó a buscarteen otras personas, ya fuera a través del color de sus ojos o deltono de su pelo o del tacto de su piel, quería pensar que cuandoapagase la luz la figura que amé no se había ido de mi lecho y elsentimiento que durante tanto tiempo guardé por tu persona seguíaestando en mi corazón, guardado a buen recaudo donde el tiempo no notrascurre y los sentimientos permanecen inalterables.

Siento ser tan egoísta, pero es que la necesidad de retenerteentre mis brazos me obligó a convertirme en alguien que no queríaser, y ahora lo único que he logrado obtener de tu amor han sidopequeños fragmentos descompuestos imposibles de unir. Quisierapedirle a mis lágrimas que se detuvieran en el comienzo de mis ojos,pero lamentablemente me he dado cuenta de que si no te demuestro queaún sigo amándote más que nada a en esta vida, tú no te daráscuenta de mis verdaderos sentimientos y volverás a irte una vez másde mi lado dejándome atrás. Y será entonces cuando anhelaré contodo mi ser el silbido que producían tus palabras a medida quesurcaban mis oídos para rogarme que te acariciase durante las largashoras que forman la noche. Y echaré en falta esas miradas en las quenos decíamos todo lo que el otro necesitaba oír sin necesidadalguna de cruzar palabras. Aunque no lo quieras oír de todas formaste lo diré, aunque sólo sea para quitarme este enorme yugo quemantiene preso a mi corazón, en mis recuerdos aun sigo viéndotecaminar con paso firme y decidido entre la multitud que se agolpabael primer día que te conocí, y aunque sé que no puedo volver lavista atrás y atesorar a ese sentimiento como se merece, creo que almenos merezco tenerlo guardado en los más profundo de mi ser, parapoder compartirlo contigo el día en el que vuelvas a creer en mipersona.

Akasha Valentine. http://www.akashavalentine.com/akasha/

NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2011 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

POEMA IX- EL PARAÍSO. AKASHA VALENTINE.

POEMA IX-EL PARAÍSO. AKASHA VALENTINE.

Si siento la necesidad de estar a tu lado, me alivia el hecho de saber que puedo tender mi mano en mitad de la noche y acariciar sin previo aviso tu desnuda piel. Si la necesidad me invita a ello, sé que mis dedos podrán hundirse con suavidad en tu espalda para completarme mientras yaces en un profundo sueño del que posiblemente no querrás despertar. Si tengo la necesidad de tocarte soy consciente de que no tendré que pedirte permiso, pues las puntas de mis dedos podrán hundirse en el comienzo de tus cabellos y mi nariz podrá atrapar en sus recuerdos el aroma de perfume. “¡Ay! ¿Qué va a ser de mí?” Pienso mientras acaricio con suavidad este cuerpo que no me pertenece pero que a su vez se entrega de forma voluntaria a mi persona sin esperar nada a cambio.

Mi amor, ahora que me has dado una razón por la que vivir, quiero quedarme todo el tiempo que me sea posible contemplándote bajo un cielo de estrellas artificiales, donde llueven gotas que no nos mojan y donde nuestros cuerpos bailan al son de la música. Quiero surcar con sumo cuidado el comienzo de tu rostro juvenil, para morir en la entrada de tu boca y de esta forma alzar mi alma hacia el cielo, donde ni la muerte ni el destino son dueños de mi ser. Quiero poder ser capaz de encontrarme de nuevo en tu rostro bajo un manto de felicidad envuelto en un lazo de risas y esperanza.

Cariño, cuando la noche venga a buscarnos yo me quedaré a tu lado para surcar tus mejillas con las yemas de mis dedos, para saborear con sumo cuidado la necesidad de estar a tu lado para siempre. Puede que algún día en algún momento inesperado la tristeza venga a visitarnos, pero tranquilo, yo me encargaré de hablar con ella y pedirle amablemente que se marche sin ni tan siquiera presentarse, pues temo que si le dejo quedarse demasiado tiempo a nuestro lado te sientas incómodo y despreciado.

Puede que nunca llegue a confesarte abiertamente cuán importante eres en mi vida, pero si llegara el día en que tuviera que separarme de tu lado no de forma voluntaria, sino engañado por una falsa promesa de la muerte, entonces me gustaría que leyeras con detenimiento estas palabras, para que de ellas sacaras en claro que mi amor por ti fue tan grande que incluso he utilizado fragmentos de mi alma para poder componerlo, he gastado hasta la última gota de sangre que tenía en el interior de mi corazón para escribir estas palabras de amor y con las puntas de mis dedos he garabateado cada letra para declararte a través de estas líneas el amor que un día llegué a sentir por ti.

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POEMA VIII- LA MUERTE DEL DOLOR. AKASHA VALENTINE.

POEMA VIII- LA MUERTE DEL DOLOR. AKASHA VALENTINE.

Camino sin rumbo fijo, sin dirección o destino. Las horas que tiempo atrás parecieron importarme ahora las he echado al olvido y he dejado atrás la sensación de malestar que me producía no verte de forma constante. Mis desgastados zapatos ya no se hunden con tanta firmeza en suelo embarrado que un día regué con el amargor de mis propias lágrimas. Pero tranquila cariño, aún sigo conservando un sin fin de buenos recuerdos grabados a fuego en mi corazón.

Pensar en ti de forma constante me produce un dolor insoportable así que le pediré a mis propias manos que cojan con firmeza a este corazón latente y lo introduzcan con sumo cuidado en un ataúd de madera para que lo entierren sin darle nombre a la tumba donde yacerá de forma eterna. Ten un poco de paciencia, sé que ya no soy el hombre que quieres tener en tu vida, y comprendo que desees apartarme de ella cuanto antes, pero el amor que te tuve aún me sigue doliendo e importando con la suficiente fuerza como para no poder dejar de pensar en ti.

Me siento frustrado, quizás si hubiera sido lo suficientemente valiente hubiera sido capaz de luchar por ti, pero el coraje es para los valientes, y el único sentimiento que gobierna a mi ser es la cobardía. Ojalá todo este mal que siento en mi interior desapareciera con un abrir y cerrar de ojos, pero me resulta imposible enterrar a este dolor que aún lucha con todas sus fuerzas por seguir gobernando mi vida.

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