miércoles, 12 de octubre de 2011

POEMA ESPECIAL. CIELO E INFIERNO. PARTE I. AKASHA VALENTINE.




POEMA ESPECIAL. CIELO E INFIERNO. PARTE I . AKASHA VALENTINE. 

Quiero que su pequeña mano siga estando ahí tendida en mis recuerdos, deseo que el tiempo que pasamos juntos no corra en nuestra contra para que de esta forma no tenga la mínima oportunidad de dejarnos abandonados a nuestra suerte creando tras de sí un sentimiento de pena que me sería imposible de soportar. Quiero volver a verle, para poder posar mi mirada en sus ojos y caminar durante las largas horas que conforman la noche para que de esta forma podamos pasear con los dedos enredados y cogidos de la mano bajo un cielo lleno de estrellas. Anhelo con todo mi ser el instante en el que volvamos a reencontrarnos, sé que él ansía lo mismo que yo, y soy consciente de que a pesar de que tuve que decirle adiós de forma apresurada no cometerá ninguna imprudencia, porque estoy segura de que mi amor por él es más fuerte que el destino que de forma tan cruel nos separó. Así que seguiré esperándole aquí tranquila, mientras contemplo los más bellos amaneceres que el cielo puede regalarme. Dejaré al viento mecer mis cabellos, de la misma manera en la que mi amado solía hacerlo en vida.

No sé por qué, pero al recordar el tacto de sus dedos sobre mi piel no he podido contener estas lágrimas que ahora inundan mis ojos. Teníamos toda una vida por delante, y en un breve instante todos los sueños y promesas que habíamos formulado esa misma tarde se quedaron pendientes en el tintero de la mesa en la que a mí me gustaba sentarme a escribir.

Me gustaría decirle tantas cosas, pero sé que ahora mismo me es imposible hablarle sobre este maravilloso lugar, el cielo es un lugar lleno de paz y serenidad, y sin embargo ante mis ojos resulta casi imperfecto, pues si él no está a mi lado no puedo hallar la felicidad que tanto anhelo. Si pudiera verle le diría que viviera tranquilo, una vida llena de paz y bellos momentos, sé que estoy impaciente por verle pero no hay prisa, el cielo seguirá estando sobre su cabeza y yo gobernaré con dulzura este lugar para que cuando él me vuelva a encontrar pueda sentirse orgulloso de mí. Date prisa amor mío, pídele al tiempo que no se quede dormido en el camino, para que de esta forma las horas se muevan con premura en los relojes de nuestra casa y los días y años que esconden los calendarios caigan hoja por hoja hasta el día en que podamos volver a encontrarnos.

Akasha Valentine.  http://www.akashavalentine.com/akasha/

NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2011 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.

POEMA ESPECIAL. CIELO E INFIERNO. PARTE II. AKASHA VALENTINE.



POEMA ESPECIAL. CIELO E INFIERNO. PARTE II. AKASHA VALENTINE. 

¡Lo siento! Amada mía, finalmente no pude cumplir la promesa que en vida te hice y no he podido aguantar por más tiempo la presión que ahogaba a mi pecho y torturaba a mi alma hasta hacerla enloquecer. No quería tomar el camino fácil, vida mía, pero es que el cruel destino no me dio otra oportunidad, y ahora me encuentro en un lugar desolado y vacío donde el miedo es un tirano y la soledad vive de forma acomodada siendo la consorte de la desdicha. Cariño, estés donde quiera que estés me conforta la idea de saber que no estás aquí para ver como mi alma ha caído en deshonra, que tus ojos jamás llegarán a contemplar a mis fatigados pies derrumbarse bajo las frías losas que forman un camino sin retorno hasta el mismo infierno. Me tranquiliza saber que jamás mis roídas y desgastas ropas volverán a acariciar con descuido el suave tacto de tu piel, pues tú, mi bello amor, no mereces ser rebajada hasta la categoría de paria por amar a un ser tan despreciable como yo. Ojalá nunca llegues a conocer este lugar, el infierno tan sólo es una palabra que carece de significado, lo que de verdad me da miedo es el hecho de saber que pasaré toda la eternidad recordando cada momento que pasé a tu lado, cada palabra promesa que dejé sin cumplir, cada instante que perdí por no tener el coraje suficiente de volver a tu lado para decirte te quiero.

Las horas aquí no tienen significado. No existe un cielo con bellos colores, ni estrellas que iluminen el camino hasta la perdición. El frío gobierna este lugar con mano dura, y el desconsuelo parece campar a sus anchas en cada rincón de cada esquina. Mis piernas ya no me han podido sostener por más tiempo, así que finalmente he dejado caer a mi pesado cuerpo sobre un pequeño espacio tan oscuro como una noche sin luna. Mis manos han comenzado a echar raíces en el lugar, y mis pies se han quedado clavados en el suelo mientras mis lágrimas han regado las raíces de mis dedos. Los recuerdos que tenía de tu persona han comenzado a disiparse, la nieve que cae sobre mi cabeza no tiene un bello color, tan solo refleja la impureza del tono dominante del lugar. ¡Qué descortés es la muerte, que ni descanso nos da después de haber dejado el mundo de los vivos atrás! Sé que no es fácil darle un tono adecuado a este lugar, pero al menos lo único que le pido es que no arranque los últimos pensamientos que tengo de tu persona. Mis cansados párpados han comenzado a caerse, y sin darme cuenta he acabado cerrando los ojos para siempre. Mis pestañas han comenzado a hilarse solas por lo que me he quedado sin tener una visión clara de lo que está a punto de sucederme.

Las ropas que creí que jamás me abandonarían han comenzado a deshacerse poco a poco, mostrándole al mundo que me rodea este pequeño y delgado cuerpo que tengo marcado por la tragedia. Cariño, estoy comenzando a olvidar cómo era el tacto de tus manos sobre mi desnuda piel. Perdóname, pues por más que intento atrapar esa sensación en lo más profundo de mi ser, más lucha el olvido contra mí con el fin de arrancarme el último aliento de esperanza que vive en mi ser. Pronto me convertiré en un cáscara vacía sin sentimientos ni recuerdos, sin esperanza o sueños. Perdóname amada mía, no quise perder la vida de la forma en que lo hice, pero tras tu partida el suicidio me parecía la única salida.

Akasha Valentine. http://www.akashavalentine.com/akasha/

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