lunes, 3 de junio de 2013

POEMA LII - TU TIEMPO, MI TIEMPO. AKASHA VALENTINE.


POEMA LII- TU TIEMPO, MI TIEMPO. AKASHA VALENTINE.  

Horas pegadas en las paredes de mi cabeza que se mezclan formando borrosos recuerdos en mi mente. Difumino con las yemas de mis dedos los colores que un día escogí para pintarte, y quemo de forma consciente las malas sensaciones hasta reducirlas a cenizas. Siento que cuando pienso en ti un sin fin de mariposas aletean de forma espasmódica sus alas produciéndome un incómodo hormigueo en la boca del estómago que desearía dejar de tener con tan sólo pensarlo. Pues si dejo que mis emociones gobiernen mi vida mi alma se consumirá en la desesperación y la angustia. Por esta y otras muchas razones huyo de ti, del anclaje que me producen tus palabras, de la asfixiante armonía que creas cuando te tengo cerca de mí. La debilidad que siento nada tiene que ver contigo, pero tampoco puedo negar que cuando estoy junto a ti mis ojos no añoran anclarse a las baldosas del suelo que pisamos para evitar miradas y acusarnos de dañarnos mutuamente con besos que no nos llevarán a ninguna parte o caricias que serán nuestra perdición. Fingir que nada nos importa ya es demasiado peso para mi alma, así que espero que lo entiendas cuando te digo que nuestro tiempo se acabó, que ya nada volverá a ser igual, aunque corras detrás de mis huellas o dejes migas de pan en mitad del camino que me lleven de regreso hacia ese rincón de perdición donde el amor que un día juramos mantener vivo nunca volverá a tener la misma fuerza con la que nos unió y nos llevo a caer en la desesperación.


Tu tiempo ya no es mi tiempo. Ha llegado el momento de decirnos adiós. Deja tu llave sujeta en la cerradura, evita girarla, te lo ruego, ya no hay marcha atrás, pues ya no me quedan más lágrimas que llorar ni sensaciones nuevas que experimentar. Tú acabaste con todas ellas en un abrir y cerrar de ojos y, aunque al principio me parecieron irreales e intangibles, con el paso de los días me fui dando cuenta de que en realidad sólo eran ilusiones sin descubrir encerradas en los más profundo de mi ser. No me lo hagas más difícil, te lo suplico, no alces tu voz y me culpes de tu dolor y exclames con rudas palabras que yo soy la responsable de tu desconsuelo, sabes que no es verdad, pues yo nunca tuve la intención de crear una falsa utopía en el lecho de aquel viejo catre que durante tantas horas fue refugio de nuestra pasión y deseo. No grites, te lo ruego, te suplico que dejes de chillar, pues tu pesar es una carga de la que no deseo hacerme responsable porque ya nada me une a ti, aunque ahora la venda que tapa tus ojos te impida ver con claridad lo que tú sabes que es verdad. Déjame ir antes de que la locura nuble a la razón y hundas el filo de ese cuchillo en mi pecho o te hieras a ti mismo por pura desesperación. Escucha lo que te digo si así lo deseas, pero créeme si te digo que estas heridas algún día sanarán y se convertirán en cicatrices que dejaran de doler y molestarnos cuando las miremos. Hazme caso, es hora de decir adiós de una forma u otra y yo quiero verte marchar y rehacer tu vida aunque en mi boca suene como un acto egoísta, pues como ya te he dicho tu tiempo y mi tiempo ya no existen para seguir unidos. 

Akasha Valentine. http://www.akashavalentine.com

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